top of page
Buscar

El Conocimiento Ginecológico le Pertenece a las Mujeres


ree

Érase una vez... Éramos parteras, chamanas, curanderas.


El conocimiento del ciclo menstrual, de la gestación, del parto, de la lactancia, de la crianza se transmitía de mujer a mujer de generación en generación.


El hombre esperaba afuera de la habitación mientras la mujer, acompañada de otras mujeres pujaba y paría, manejando su dolor y su parto con hierbas conocidas por sus propiedades medicinales.


Las mujeres sabíamos qué hierbas utilizar cuando la menstruación no llegaba, cuando llegaba con dolor, cuando llegaba de forma muy abundante. Incluso sabíamos qué hierbas masticar cuando una gestación no era lo que la madre quería en ese momento.


Las mujeres poseíamos este conocimiento. Era nuestro. De mujeres para mujeres por mujeres.


Pero nos acusaron de brujas.


Por nuestra capacidad de mejorar la calidad de vida de las mujeres, por nuestro conocimiento respecto a la gestación, por nuestra sabiduría respecto al placer, se nos acusó de endemoniadas y se nos tildó de brujas. Y nos quemaron. Y nos arrebataron ese conocimiento ancestral.


La medicina moderna se volvió asunto de hombres. La posición del parto se estandarizó: ahora la mujer pariría de espaldas. Esta posición es completamente lo opuesto a la óptima para que el parto sea más sencillo, más rápido, y no cause desgarros... pero esta posición facilita la visualización del doctor hombre que asistía (o más bien dirigía) el parto.


El parto pasó de ser un proceso sagrado acompañado de mujeres a ser un trámite gestionado por un hombre. Toma mucho tiempo? Cesárea. El bebé no sale? Fórceps. Episiotomías. Procedimientos diseñados para asistir un parto que no sería tan dificultuoso si la madre pudiera parir en la posición que nuestras ancestras preferían.


Cuando quiero agendar una hora de ginecología, francamente me enoja ver que por cada 10 profesionales en una institución, solo 2 son mujeres. Quizás 3...


Nunca me vas a ver tratándome con un ginecólogo hombre si puedo evitarlo, porque el conocimiento de mi cuerpo no les pertenece. El conocimiento de mi proceso gestacional no les pertenece. La ginecología NO LES PERTENECE.


No digo con esto que los hombres no sean capaces de ser ginecólogos, ni que en el mundo no existe un solo buen ginecólogo. Imagino que hay varios. Pero si creo firmemente que esta es una profesión que debería ser exclusivamente de mujeres.


Esta obviamente es una opinión personal, no busco forzarla a nadie. No busco ejercer prejuicios hacia aquellos que han escogido esa profesión y MUCHO MENOS busco juzgar a aquellas mujeres que acuden a estos profesionales varones.


Pero si busco invitar a la reflexión: Recordemos nuestro origen. Recordemos nuestra sabiduría, reclamemos nuestro lugar.


Muchas veces he escuchado el argumento "si no tienes útero no tienes derecho a opinar", y mucha gente responde con eso "ah bueno entonces si nunca has tenido cáncer no puedes ser oncólogo". Y aquí hay un detalle muy importante: el cáncer es una enfermedad, tener útero no lo es (por mucho que se haya tratado de esa manera a lo largo de la historia).


Tener útero, tener la capacidad de gestar vida dentro de nuestro cuerpo, de sostener esa vida, traerla al mundo y nutrirla con nuestros pechos (y nuestro cerebro cambiando su estructura de ahí en adelante PARA SIEMPRE) es algo que un hombre simplemente no puede llegar a comprender.


No se trata de quitarle oportunidades a los hombres, se trata de devolverle a las mujeres lo que es suyo y que nos arrebataron hace tantos años: El conocimiento y el poder sobre nuestro cuerpo y sus procesos.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
El Conocimiento vs El Miedo

¿Alguna vez te ha pasado que tienes una sensación extraña en el brazo, como un dolorcito? Te imaginas que quizás tienes un bicho...

 
 
 

Comentarios


Follow

  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn
  • Instagram

©2025 by The Cycle Healing Academy

bottom of page